domingo, 22 de mayo de 2011

LA TABERNA DE LAS FERNANDICAS - LEDESMA (SALAMANCA)

Hoy es domingo y hemos decidido ir a Ledesma. Me han hablado de un sitio que, por mucho que lo alaben, aún no me lo creo. 
Hoy día, es imposible encontrar un restaurante como el que me dicen.
Así que, como santo Tomás, voy a meter el dedo en la llaga... y finalmente, creer.

Cojo el coche y nos dirijimos a Ledesma.
Por la S-300 (pasando por Villamayor y Juzbado) son algo menos de 25 minutos a una velocidad legal.

Entramos en el pueblo de Ledesma y en la Plaza de Santa Elena (aunque lo de plaza es un decir) se encuentra la Taberna Las Fernandicas.

Como es domingo, quiero ser precavido y hacer una reserva para dos personas.

Entramos al local por vez primera y preguntamos si podemos reservar.
Tere, una señora de aspecto afable nos trata como si fuésemos allí de toda la vida y nos dice que no hay problema, que vayamos a la hora que queramos que vamos a tener sitio.



Tere, la Fernandica

En fin, que damos una vuelta por Ledesma y nos tomamos un pequeño refrigerio en la plaza del castillo en la que hay un verraco de piedra de época ancestral.
Hace un sol espléndido y se nota que la primavera está en todo su apogeo. Hace calor y apetece la terracita (y la cervecita, claro).
Es temprano pero decidimos acudir a nuestra cita con la Taberna Las Fernandicas (y con Tere, claro), así que nos dirigimos hacia allí ("p'allí" como dicen los castizos por estos lares).
La Taberna tiene algo más de cien años según Tere y se les llama "las Fernandicas" porque son las hijas de Fernando (su abuelo) las que empezaron con el negocio familiar en aquellos años.

En cuanto aparecemos por allí un tufillo a buena comida nos da la bienvenida junto a Tere que nos lleva amablemente a nuestra mesa.

¿Cómo explicaros a los que no habéis estado allí el ambiente de este lugar? Tengo que intentarlo...

¿Os acordáis de la casa de vuestra abuela?
A quienes tengamos la suerte de haber disfrutado o de seguir disfrutando de nuestra abuela, la señora Tere nos pega el empujón para acordarnos de ella en el primer acercamiento. Sin tapujos, sin protocolos... "Sentaos ahí que váis a comer estupendamente..."
El típico "tenemos" se traduce por un "hoy he hecho..." que le da al tufillo de la entrada el significado de que ella es la responsable de tal "guisado".
Y enumera los platos de memoria porque los ha hecho ella misma esta mañana.... y ayer por la noche.
"Hoy he hecho: de primero, entremeses de nuestra matanza, patatas revolconas, ensalada, alubiada..."
" De segundo, unas codornices en salsa, o cabrito (al horno o frito), tostón frito..."
De primero elegimos unos entremeses (sachichón, chorizo y jamón serrano) y unas patatas revolconas (puré de patatas con pimentón y torreznos).
De segundo codornices y tostón frito.
Y se marcha a la cocina.

En el entretanto, echamos una ojeada alrededor de nosotros y en la pequeña habitación se distribuyen cinco mesas con manteles a cuadros y la decoración típica de la casa de una abuela (el sagrado corazón, un reloj de pared, una dedicatoria enmarcada y una fotografía pintada de cuando Tere era moza y agasajaba a los pollos-pera con sus incipientes guisos).
   
Y entra Tere con jarra de vino y gaseosa y una botella helada de agua... para empezar.


"¿Todo bien? ¿Vienen ustedes de Madrid?"
"Todo bien, gracias."
"No, ¡¡¡aquí la que tiene que agradecer que vengan ustedes soy yo!!! "
Y se marcha a por nuestras viandas.

Y llegan las viandas y nos disponemos a disfrutar de ellas y nos deja para que estemos cómodos con nuestra degustación.

Los entremeses de la matanza que hacen ellos

Patatas revolconas con sus torreznos

Cuando terminamos nuestros entremeses y "revolconas" no tarda ni un minuto en venir a retirar nuestros platos, ofrecer más pan y preguntar si todo va bien ("Muy bien, gracias." "¡No, gracias a ustedes por venir!" Espeta siempre a nuestros agradecimientos).

Nos trae lo que suponíamos que era el plato fuerte (las codornices y el tostón frito) y atacamos por ambos flancos.
Las codornices son las más tiernas que he probado en mi vida con un regusto a escabeche riquísimo y el tostón (en otros sitios "cochifrito") está crujiente por fuera y tierno por dentro, textura de perfección.


Las codornices más tiernas que he probado en mi vida

Tostón (cochifrito) crujiente por fuera y tierno por dentro

Aún sin haber degustado ni la mitad de la pitanza, aparece el marido de Tere portando una mesa baja sobre la cual hay más de media docena de quesos diferentes, una tabla de madera y un cuchillo y te sueltan: "Eso para que comáis todo lo que queráis; pero esperad un momento que os traemos la carne de membrillo casera y un poco más de pan." Nos miramos y sonreímos y seguimos disfrutando de los manjares que tenemos.

El ambiente es tan familiar, tan de casa, que en ese momento, aparecen dos parejas por la puerta que no tienen por menos que saludarnos con un "que aproveche"; lo agradecemos y yo, que estaba ya cortando alguno de los quesos, ofrezco, y como si de la familia fueran, aceptan de buen grado por lo que el ambiente del pequeño saloncito se torna aún más acogedor.

La mesa con los quesos

Los quesos están exquisitos. Hay de los que le mandan a la Casa Real, según Tere, y también de los pueblos de alrededor y, esto lo digo yo, uno tierno que con la carne de membrillo casera está superior.

Cuando la abuela (perdón, Tere) aparece con las viandas de nuestros acompañantes "familiares" y la oigo decirle a uno de ellos: "Anda, cómete otro trozo más", las miradas se tornan pícaras y hay sonrisas y guiños cómplices como si de un juego de nietos se tratara.

Y se acerca a nuestra mesa disfrutando también ella del ambiente que ha creado y nos pregunta: "de postre ¿flan?" y se responde ella misma: "sí, flan" y trae un plato que parece el sombrero de D. Quijote con medio flan de huevo con caramelo casero que quita el hipo.
Hala, un cuarto de flan para cada uno. Y que no sobre, dice ella, porque me he tirado hasta las tantas de la noche haciéndolo. Y vaya si te lo comes...


Un cuarto de flan para cada uno
 Ahítos de comer, con más sueño que un koala en verano, ofrece café que lo sirve en la misma cafetera antigua donde se ha hecho y copita de licor para rebajar el "aperitivo" que por supuesto, también se vienen de viaje con nuestros cuerpos.

Le pedimos la cuenta y nos dice "son 43 euros" lo que sale a 21,50€ por persona; sin duda, bien pagados y mejor aprovechados.

Nos despide con dos besos a cada uno y un "volved cuando queráis" que aseguras que se cumplirá... muy pronto.

Taberna Las Fernandicas
C/ Del Cerezo, 2 (plaza de Santa Elena)
Ledesma - Salamanca
Tfno: 923 57 00 54



 

viernes, 20 de mayo de 2011

ROLLITOS DE ESPÁRRAGOS CON JAMÓN

Después de los donuts, me ha entrado un remordimiento de conciencia que no veas…
Así que me voy a portar bien (por ahora) y me voy a hacer unos rollitos de espárragos con jamón.

Vamos a necesitar:
- 2 manojos de espárragos verdes frescos (unos 600 grs.) (precio: 2€)
- 6 lonchas de jamón serrano (250 grs. aprox.)(precio: 3€)
- 1 cucharada de aceite (precio: 0,05€).

Es decir, para 2 personas la receta de espárragos para no engordar sale por 2,5€ por persona aprox.
De postre te tomas un yogur (desnatado a ser posible) y se te quita el remordimiento… hasta dentro de un rato.

Vamos al lío:
Hay que preparar los espárragos. Su tallo es bastante fibroso por lo que hay que cocinar sólo la parte que sea tierna al comer y desechar el resto. Para ello, se parte el espárrago por la zona más próxima a la zona baja del tallo (aproximadamente, la mitad del espárrago que nos venden). Para que os hagáis una idea os enseño los espárragos ya partidos.

Lávalos y ponlos a cocer al vapor unos 7 minutos desde que el agua empiece a hervir. En caso de que no tengas posibilidad de cocerlos al vapor, también los puedes cocer en agua, aunque pierden mucho sabor y propiedades en el agua de cocción.



Escúrrelos.
Coge una loncha de jamón y envuelve con ella 6 ó 7 espárragos.



Pincha un palillo para que no se deshaga el rollito.


Calienta una sartén con una cucharada de aceite. Con fuego moderado, cocina los rollitos durante dos minutos dándole la vuelta (ayúdate de los palillos) cuando veas que el jamón y los espárragos se doran.


No utilicéis sal en esta receta ya que el jamón serrano aporta toda la que se necesita.
¡¡¡A disfrutar!!!


jueves, 19 de mayo de 2011

DONUTS AL HORNO

Ayer me dije: “Vamos a hacer donuts y nos los comemos por la mañana”.
Dicho y hecho (los donuts... y comerlos por la mañana, así no hay quién haga dieta. Aunque hechos al horno tienen bastantes calorías menos).
En fin, que aquí os dejo la recetilla de marras.
Hay que tener en cuenta que aquí lo importante es el tiempo; sin prisas, la masa tiene que hacer su trabajo lentamente para que nos queden unos donuts ligeros y tiernos.
Lo mejor de todo es que en esta hornada me han salido 10 donuts de buen tamaño y, cuando os diga el precio aproximado de cada donut, os echaréis las manos a la cabeza pensando en lo que os gastáis en la tienda de la esquina o en el super…
Si tenéis niños o queréis daros un festín por la mañana del domingo, esta receta podéis hacerla el sábado por la tarde.
Para los que pasen de las calorías (cosa que envidio), les aconsejo que frían la masa en vez de hornearla ya que ahorrarán tiempo y les saldrán algo más esponjosos.
Bueno, ahí va la recetilla:
Para empezar, os digo los ingredientes y sus precios aproximados:
650 gramos de harina (yo he usado de fuerza, aunque de repostería tampoco está mal) (Precio: 0,25€)
20 grs de levadura fresca (Precio:0,20€)
1 huevo (Precio:0,10€)
200 gr. Azúcar (Precio:0,15€)
1 cucharadita de sal (Precio: ¿?)
250 ml (una taza de desayuno) de leche desnatada (yo he puesto desnatada pero si lo haces con leche entera o semi, eso que ganas en sabor…) (Precio:0,15€)
1 vaso pequeño (75ml.) de aceite / margarina o mantequilla (75gr) (Precio:0,40€)
Pues bien, el precio total de los 10 donuts grandes es de  alrededor de 1,00€; lo que nos sale a 0,10€ por cada donut de un tamaño superior al que podemos comprar en la tienda…
Después de ponernos los dientes largos, vamos a lo que vamos…
En un bol grande echamos casi toda la harina (dejamos 50 gramos para ensuciar la tabla de trabajo después) y desmenuzamos en ella la levadura.
Hacemos un hueco en la harina y vertemos la leche (templada) removiendo con una cuchara de madera hasta que se quede una pasta. Quedará algo de harina sin mezclar por lo que le echaremos el huevo y la mitad del aceite y volvemos a mezclar.
Cuando se haga una masa compacta, espolvoreamos con la harina sobrante la superficie donde vayamos a trabajar y amasamos durante 5 minutos.
Hacemos una gran bola de masa.
El bol que hemos utilizado antes lo embadurnamos con aceite y ponemos la masa dentro. Cubrimos con el aceite restante y dejamos reposar en sitio templado-cálido (se puede meter en el horno sin encender o bien cerca de un radiador o de cualquier fuente de calor moderado). Esperamos alrededor de una hora (o hasta que la masa doble su volumen).
(Como veis en la foto, hay un agujero en medio de la masa. Normalmente, lo hago con el dedo para ver si la masa ha subido correctamente. Si vuelve la masa a rellenar el hueco es que aún le falta por levantar.)
Volvemos a amasar para que la masa pierda el aire que tiene y dejamos reposar otros 20 minutos.
Una vez, transcurrido ese tiempo, vamos haciendo bolas del tamaño de la palma de la mano y con el dedo índice se les hace un agujero en el medio y se le hace forma de rosquilla (creo que esta es la parte más divertida, aparte de comerse el donut, claro).
Los vamos colocando en una bandeja de horno previamente espolvoreada con harina para que después no se peguen.
Con un pincel de cocina (o con una cucharita) embadurnamos con un poco de leche los donuts para que salgan blanditos.
Precalentamos el horno a 160ºC y, sin poner el grill (la parte de arriba del horno, para entendernos), colocamos la bandeja con los donuts a media altura. De esta manera no se quemarán por abajo (a mí se me han quedado un poco tostados por abajo porque los he colocado algo más debajo de la mitad del horno).
Hornear durante 20 minutos.
Poner un cazo con medio vaso de agua y cuatro cucharadas de azúcar y verter por encima de los donuts cuando se saquen del horno.


 BUENÍSSSSSIMOS!!!!

martes, 17 de mayo de 2011

DORADA AL HORNO

En este blog, pretendo demostrar que cualquiera puede cocinar sin necesidad de ser muy mañoso y sin gastar mucho dinero.
Por lo de mañoso, las personas que me conocen pueden corroborar que para mí, eso de cambiar una bombilla es cosa de ingeniería eléctrica y lo de montar un mueble de IKEA… (pues, que de eso, ni hablamos.)
Así que comienzo este periplo bloguero.
Si al menos una sola persona logra satisfacer su interés por el conocimiento culinario con lacocinadepeto.blogspot.com ya me puedo sentir satisfecho.
De antemano pido perdón por los errores que pueda cometer y por si alguien se sintiera herido en sus conocimientos sobre cocina (del tipo: "mi madre lo hace de otra manera"o"mi abuela lo hace bastante mejor"...) 
Ah, y como de bien nacidos es ser agradecido, le agradezco a mi mujer (Maridó) el haberme metido en este embrollo y a mi madre sus conocimientos de cocina sin los cuales yo tendría el mismo placer culinario que un león (servir y listo).
Para empezar, hoy va la cosa de pescado (dorada al horno). Fácil y económico.
Si echamos un vistazo a los ingredientes

 y hacemos un cálculo a ojo de lo que pueden costar: 

-2 doradas de ración (entre 300 y 400 grs.) En la pescadería diremos que le quiten las vísceras y las escamas (nada más) y los abran un poco por la mitad. Precio: 6 €
- 4 ó 5 dientes de ajo (Precio: 0,15€)
- 1 cebolla grande (Precio: 0,20€)
- 1 limón (Precio: 0,25€)
- Aceite (3-4 cucharadas) (Precio: 0,10€)
- Vino de mesa para desglasar (medio vaso. Precio: 0,10€)
- Sal (Precio: venga ya, hombre!!!!)

Pues bien, el precio total de esta comida no llega a los 7 € por lo que si comen 2 ó 3 personas (dependerá de las personas y del hambre que haya) os saldrá el precio por persona a 3,5€ (lo que no está nada mal tratándose de pescado).
Habrá quien diga que hay gasto de electricidad (que yo no sé calcular) pero es como si vas a un restaurante en coche.
En fin, que lo dejamos en 4€ por persona y si te gusta el pescado pues mejor que mejor.

Vamos a ver cómo hacemos este delicioso plato…
Precalentamos el horno a 220ºC (10-15 minutos dependiendo del horno) y ponemos la rejilla en la parte baja del horno.
Ponemos un chorrito de aceite en la bandeja de horno (yo he utilizado pyrex, si tienes placa de horno metálica, vale; y si es de barro, mejor).
Troceamos la cebolla en juliana (es decir, en tiras) y la distribuimos uniformemente encima de la bandeja. Le ponemos sal y un chorrito de aceite por encima.

Metemos la cebolla y la dejamos unos 15 minutos (o hasta que se dore).
Mientras tanto cortamos medio limón en medias rodajas y el otro medio limón lo hacemos zumo.

Majamos en un mortero los dientes de ajo, le agregamos sal, 2 cucharadas de aceite y el zumo del medio limón.

Hacemos tres incisiones en el lomo de las doradas y metemos en ellas las medias rodajas de limón
.
Embadurnamos el interior y exterior de las doradas con la mezcla del mortero.


Adornamos las doradas con las medias rodajas de limón que nos hayan sobrado y las ponemos sobre la cebolla que habíamos metido previamente en el horno.
Cocinamos entre 20 y 30 minutos. A mitad de cocción (10 minutos) le ponemos el medio vaso de vino mezclado con otro medio vaso de agua.
Servimos (con cuidado de no quemarnos) y disfrutamos con quien nos parezca.



 


MI PRIMER COMENTARIO

Hola a tod@s:

hoy es 17 de mayo de 2011 y empiezo este blog.

No es algo que tuviera en mente pero espero que tenga larga vida.

Mi intención es ir enseñando mis progresos culinarios.

El siguiente comentario intentaré que sea una receta con el paso a paso.

Deseadme suerte!!!!

Un abrazo,

Peto